Hagan la preparación

Celebrar y abrazar el Adviento de forma decidida y visible nos mantiene anclados en el verdadero significado de la Navidad. Ver, rezar y encender esas cuatro velas de la corona nos mantienen atentos y nos ayudan a anticipar el regalo de Jesús. El Adviento nos ralentiza, nos ayuda a crecer en paciencia y nos da la oportunidad de reflexionar y prepararnos. El Adviento nos recuerda… ¡todavía no!

Qué hacer en decoración

Los colores, las luces y los destellos de la temporada aportan brillo y alegría, así que disfrútenlo todo, pero consideren añadir un toque especial. Entre el brillo festivo, incluya recordatorios del verdadero significado añadiendo personajes del Nacimiento y escenas del pesebre. Cuando éramos pequeños, teníamos un gran belén bajo el árbol. Mi madre decía que era para recordarnos el mejor regalo; el que siempre quedará bien, nunca se romperá y no pasará de moda. Consideren la posibilidad de decorar el árbol por completo con personajes del Nacimiento o de ayudar a cada niño a hacer o elegir un belén apropiado para su edad y su propia habitación.

Bendiciones y gracia

Los objetos bendecidos son apartados y nos ayudan a obtener la gracia necesaria para crecer en santidad. Una rápida búsqueda en Internet pondrá a su alcance oraciones de bendición para el árbol de Navidad, el belén o la corona de Adviento. Es una gran idea utilizar estas oraciones de bendición en familia, pidiendo a Dios la gracia de mantener a su Hijo en el centro de la temporada.

Tres regalos

Los Reyes Magos trajeron a Jesús tres regalos sin ninguna expectativa de retorno por el favor de tal extravagancia. Individualmente o en familia, hagan un plan para ofrecer tres regalos sin expectativa de retorno. Pueden ser regalos de servicio o de materiales, pero deben estar arraigados en la verdadera generosidad y el amor genuino. Los regalos pueden ofrecerse de forma anónima, o la entrega puede estar vinculada al regalo de tiempo y presencia. Haga de esto una prioridad por encima de las listas de deseos y de las compras de regalos.

Comerse el pastel

Toda fiesta de cumpleaños debe tener un pastel delicioso y Jesús también lo necesita. Mientras crecía, el pastel de cumpleaños de Jesús siempre era una de las sorpresas de Navidad. A veces comíamos pastel de cumpleaños de chocolate después de la Misa de Nochebuena; a veces era un pastel de cumpleaños de rollo de canela la mañana de Navidad; y a veces eran cupcakes en el coche de camino a casa de la abuela.

Entretenerse un poco

La Navidad continúa en enero, así que mantenga un pesebre o un árbol para seguir empapándose del regalo del Rey recién nacido. El mundo nos manda acelerar, pero el Niño Jesús nos invita a quedarnos. Compartan un regalo de Epifanía, escriban con tiza la bendición en su puerta y entreténganse un poco más con los verdaderos regalos de la temporada.